La razón de ser de las tiendas y de los centros comerciales es, en la medida de lo posible, innovar para diferenciarse de la competencia y conocer de antemano lo que los clientes y consumidores valoran. Es por eso que a medida que las nuevas tecnologías van siendo desarrolladas, estas son aplicadas en seguida en el mundo del marketing; la aparición de los tours virtuales aplicados al ámbito de las ventas es un claro ejemplo de esto.
Y es que los tours virtuales, también conocidos como visitas virtuales, son experiencias que permiten que los usuarios exploren e interactúen con espacios generados a través de las tecnologías inmersivas. Estas últimas son, fundamentalmente, la realidad virtual, la realidad aumentada y sus diferentes tipos.
Si bien este tipo de recursos no son utilizados exclusivamente en espacios dedicados al comercio, es en este sector donde pueden marcar la diferencia rápidamente, repercutiendo positivamente en la imagen de marca y aumentando las ventas. En este artículo veremos por qué ocurre esto.
¿Qué son los tours virtuales?
Los tours virtuales son un recurso basado en tecnologías inmersivas que permite simular vivencias a medio camino entre lo físico y lo digital, haciendo que el usuario se sienta sumergido en un entorno distinto a los elementos palpables que tiene cerca. Para ello, se diseñan rutas con un inicio y un final claros, por las que la persona va transitando a la vez que interactúa con los elementos virtuales. En la mayoría de los casos, para lograr este efecto se utilizan uno o varios de los siguientes elementos:
1. Realidad virtual
La realidad virtual (VR) sustituye el mundo real generando experiencias simuladas y altamente inmersivas, normalmente gracias al uso de cascos o gafas especiales, o de pantallas grandes. Gracias a este tipo de planteamiento, se tiene un control casi total sobre lo que la persona puede ver y oír.
En esta categoría quedan englobados también los vídeos 360º, aunque no muestren un espacio técnicamente tridimensional, sino bidimensional.
2. Realidad aumentada
Cuando hablamos de realidad aumentada (AR) nos referimos a una tecnología inmersiva en la que las imágenes captadas por una o más cámaras son enriquecidas con elementos digitales, haciendo que ambas cosas, lo palpable y lo virtual, se combinen en tiempo real. A diferencia de lo que ocurre con la realidad virtual, en la AR no se busca sustituir totalmente el entorno físico en el que nos encontramos, sino que lo “aumenta” añadiéndole imágenes y sonidos.
El ejemplo más famoso de este tipo de tecnología lo tenemos en los filtros usados en redes sociales como Instagram, Facebook o TikTok, los cuales ponen a funcionar a la vez la cámara y la pantalla del smartphone. En el caso de los tours virtuales, aplicar esta tecnología puede ser tan sencillo como ubicar códigos QR en ciertos lugares de la tienda o del centro comercial, para que al ser escaneados con la cámara del móvil, los visitantes puedan tener acceso a esas experiencias de realidad aumentada.
3. Proyecciones
Las proyecciones sobre superficies son una manera relativamente sencilla (aunque también limitada) de transformar espacios físicos gracias a los efectos de luz. Estas pueden ser combinadas con otros elementos de tecnología inmersiva de detección de movimiento para, por ejemplo, permitir que los usuarios alteren lo que ocurre en esas imágenes tocando ciertas partes de la superficie o realizando ciertos movimientos con las manos o los brazos.
Las ventajas y beneficios de los tours virtuales aplicados al marketing
Así pues, los tours virtuales pueden apoyarse en este tipo de tecnologías para hacer que los visitantes realicen un recorrido y se involucren en la exploración de este, ya sea en el ámbito del ocio, del arte, del marketing, o de varias de estas perspectivas combinadas. Aquí vamos a centrarnos en el potencial que estas tecnologías inmersivas tienen a la hora de diseñar tours virtuales pensados para aumentar las ventas. Veamos cuál es su utilidad y qué beneficios ofrece desde el punto de vista de las empresas.
1. Ayuda a trazar recorridos de compra en tiendas y centros comerciales
Los tours virtuales son una forma eficaz de indicar a los visitantes por dónde deberían ir para completar el paseo; no hace falta que se fijen en mapas ni que lean instrucciones, ya que toda la experiencia es muy visual. Gracias a esto, es más fácil predecir el comportamiento de los potenciales clientes y consumidores y distribuir los puntos de muestra de productos teniendo en cuenta el orden en el que serán vistos y lo cerca o lejos que estarán de la mayoría de visitantes.
2. Tiene un gran potencial para llamar la atención y hacer que el cliente se involucre
El mundo del marketing está expandiéndose constantemente, en una carrera por adelantarse a las expectativas y las necesidades de los potenciales clientes y consumidores… Adelantando también a la competencia, por supuesto.
Es por eso que en los últimos años ha ido ganando mucha fuerza lo que se conoce como marketing inmersivo; dado que el consumidor ya no se conforma con recibir pasivamente anuncios y otras piezas publicitarias, las marcas están adaptando su manera de promocionar productos y servicios para que las personas se vean involucradas en el proceso de compra y este les resulte satisfactorio en tiempo real, antes incluso de probar lo que han adquirido.
Los tours virtuales se adaptan muy bien a esta nueva manera de entender el marketing; en vez de bombardear con información esperando que una parte de la audiencia preste atención, invita a los usuarios a participar en la experiencia, algo mucho más agradable que consumir publicidad o diseños de packaging de manera pasiva y sin obtener nada más a cambio.
3. Permite diferenciarse de la competencia orgánicamente
Los tours virtuales influyen en el modo en el que los posibles consumidores y clientes ven la marca que está detrás de este recurso de marketing inmersivo. Gracias a ello, no les costará nada de esfuerzo entender que esta llega donde la competencia no lo hace, y que la innovación está entre los principales valores de esta.
4. Crea experiencias inmersivas para generar un vínculo con la marca
El impacto psicológico que generan los tours virtuales permanece incluso después de que esa visita se haya producido, ya que son experiencias memorables. Es decir, que gracias a los paseos virtuales, estamos generando recuerdos duraderos y asociados a la marca que promocionamos; estas experiencias harán que le venga a la mente en otras oportunidades de compra.
¿Por qué ocurre esto? Porque las tecnologías inmersivas se apoyan mucho en los estímulos sensoriales, y no tanto en la comunicación verbal, lo cual produce un mayor impacto psicológico y da lugar a recuerdos asociados a unas emociones concretas.
5. Es muy escalable y económico
Como los tours virtuales se apoyan mucho en activos digitales, una vez estos han sido diseñados y programados, es muy fácil aplicarlos en muchas tiendas y centros comerciales a la vez.
Conoce Filtroo: exprimiendo el potencial de la realidad aumentada
En Filtroo trabajamos para ofrecer experiencias inmersivas capaces de impulsar campañas de marketing y potenciar la promoción de productos y servicios gracias a la realidad aumentada. Hemos trabajado en los sectores de la restauración, de los eventos culturales y de las superficies comerciales, entre otros, diseñando y aplicando estrategias para aumentar las ventas mediante elementos como los tours virtuales. Para saber más acerca de los servicios de realidad aumentada para empresas que ofrecemos desde Filtroo, [visita esta página].
Referencias bibliográficas:
Cipresso, P.; Giglioli, I.; Raya, I.; Riva, G. (2011). The Past, Present, and Future of Virtual and Augmented Reality Research: A Network and Cluster Analysis of the Literature. Frontiers in Psychology. 9: 2086.
Furht, Borko, ed. (2008). Immersive Virtual Reality. Encyclopedia of Multimedia, Boston, MA: Springer US.
Kannan, P.K.; Li, H.A. (2017). Digital marketing: A framework, review and research agenda. International Journal of Research in Marketing, 34(1): 22 – 45.
Kipper, G.; Rampolla, J. (2012). Augmented Reality: An Emerging Technologies Guide to AR. Elsevier.